APRENDER MÁS PARA ENSEÑAR MEJOR

APRENDER MÁS PARA ENSEÑAR MEJOR

Un espacio desde el que podemos conocernos, generar redes, construir nuevos saberes, compartir distintos haceres, pensar nuestras prácticas, revisarnos, crear, recrear, pensar, manifestar nuestra pasión por la educación inicial y nuestro compromiso con las infancias. Para lograrlo: Estamos en contacto colegas.

En facebook EDUCACION INICIAL-Berazategui

miércoles, 23 de mayo de 2012

ACTOS ESCOLARES Y EFEMÉRIDES. Una invitación a reflexionar, una apuesta a un mejor enseñar.

Escribe: Prof Mónica Vitta-
Lectura crítica y aportes: Lic. Adriana Serulnicoff

ACTOS ESCOLARES Y EFEMÉRIDES.
 Una invitación a reflexionar, una apuesta a un mejor enseñar.

El presente es un texto que intenta colaborar en la reflexión respecto de los actos escolares y las efemérides. Tal vez permite pensar de otra manera  las prácticas en el Nivel Inicial....

Las fechas Patrias y demás fechas establecidas por el calendario escolar pueden tener, para varios de nosotros,  diferentes representaciones .
Muchas son las veces que las vivimos como aquello que interrumpe lo que “estamos dando” y por lo tanto su tratamiento se traduce en obligatorio. En otros casos nos interesa en tanto y en cuanto viene acompañada de un feriado. En algunas ocasiones las efemérides nos resultan una carga si en nosotros recae algún tipo de designio de parte de las autoridades escolares. Y, en el mejor de los casos, las entendemos como espacios pedagógicos en los que las oportunidades de enseñanza y aprendizaje se  adosan a un común, que por otra parte será tratado en todos los años de la escolarización. Así y todo es común encontrarnos con adultos que no pueden definir si el Día de la Independencia es el 25 de Mayo o el 9 de julio… ¿Cómo puede ser si durante, por lo menos 7 años han sido testigos de los discursos y las propuestas de enseñanza?
Cabe aclarar que esto no es casualidad, no es solo "un error producto de las malas enseñanzas de la escuela" sino que es funcional a como la historia oficial presentó al 25 de mayo como "el nacimiento de la patria".
Parece que estamos frente a una situación en la que debemos replantearnos varias cuestiones y en esto no pretendo ser innovadora, dado que desde hace ya varios años esto viene replanteándose desde lo teórico, pero fundamentalmente desde lo práctico.
 ¿Por qué? Me atrevo a decir que nosotros mismos, los docentes, nos hemos cansado de escuchar año tras año lo mismo, un algo que, a veces, ni siquiera era cierto, un algo que evitaba el conflicto, la confrontación, la disidencia, aspectos comunes de toda relación humana, mucho más aún cuando se está perfilando un país.
 Es  hora de que los docentes definamos nuestra postura en relación a  la enseñanza de las efemérides, una postura que seguramente tendrá posibilidades de mejora y transformación.

Para enseñar hay que saber. Habrá que revisar conceptos aprendidos, porque tal vez estaban mal aprendidos, o por lo menos se nos negó parte de la información. ¿Colón descubrió América? ¿por qué la bandera Argentina es celeste y blanca?¿El Primer Gobierno Patrio fue de Argentina, estaba así constituido nuestro territorio? Algunos podrán cuestionar si nuestros pequeños alumnos están en condiciones de aprender estos conceptos y la respuesta en varios casos tal vez sea negativa, no obstante eso no nos exime de tener que saber, porque peor que no enseñar es enseñar mal, convencidos de que está bien. Además algunas investigaciones (Carretero y otros) dan cuenta que los estereotipos que los chicos aprenden en su escolaridad temprana se convierten en obstáculos para construir una mirada compleja de la historia cuando estén en condiciones de hacerlo

Para enseñar hay que creer en las condiciones de quien aprende. - y a la vez, crear las mejores condiciones para que realice sus primeros acercamientos a temáticas que resultan complejas por ser tan distantes en el tiempo y muchas veces también en el espacio- Habrá entonces que replantearnos quién es el sujeto de aprendizaje de hoy, tan cargado de información, tan bombardeado de datos. Posiblemente nuestra tarea tenga que limitarse a colaborar en la organización de esa información y en el aporte de aquello que el cotidiano no ofrece. Quedaron atrás los niños como seres inocentes y tiernos a quienes podíamos contarles “cuentitos” históricos que tanto se alejaban de la realidad- Hoy los niños se animan al conflicto, tienen información de la sociedad, conocen de las injusticias y las desigualdades, bien podrían entender nuestros alumnos que los negritos del virreinato eran maltratados y se los usaba para las tareas que otros no querían hacer.  Puede ser este un buen momento para discutir sobre las condiciones laborales, la igualdad de derechos.
Muchas veces hemos anclado nuestra enseñanza en las diferencias entre el ANTES y el AHORA. Hemos hecho alusión a que antes usaban carros, se iluminaban con velas, no tenían tele, los vendedores iban a las casas, el agua estaba en un pozo. ¿Y Ahora??? Ahora también. Muchos niños argentinos aún mantienen esas condiciones de vida. Entonces hablar de las condiciones de la colonia es también la posibilidad de conocer que algunas personas (que pueden ser ellos mismos) aún viven sin luz eléctrica, por ejemplo.

En este punto hay que tener cuidado con las miradas anacrónicas. Porque una cosa es que en el siglo XIX se iluminaran con velas cuando esas eran las condiciones materiales de existencia para todos y otra cosa muy distinta es que en el siglo XXI algunos no tengan acceso a la electricidad (para seguir con el mismo ejemplo).
Como en todo lo que refiere a lo social hay cambios (abolición de la esclavitud en términos legales), pero también hay permanencias y allí bien puede estar puesta la mirada. Permanencias respecto de aquello que pudo haber mejorado y aún no se logra (acceso a condiciones dignas en el trabajo, el acceso al agua corriente) o permanencias como modo de relacionarnos en la sociedad (la necesidad del trabajo para la subsistencia)
Enseñar Ciencias sociales es reconocernos parte de aquello que intentamos enseñar, es descubrirnos siendo mirados al mismo tiempo que miramos. Es ser espectador y protagonista, y por lo tanto es complejo. Tan complejo como la realidad misma, una realidad a la que hemos simplicado para enseñar y que hemos hasta infantilizado para enseñar a los más pequeños, una realidad a la que hemos despojado de diferencias, conflictos y debates desconociendo que nuestros alumnos también pueden ser críticos de esta sociedad que aprenden y en la que intentan incluirse. Tener  como intención que su postura frente a una situación social sea crítica posibilitará también que no sólo se inserte en la sociedad, sino que también pueda ser promotor de transformación.

Enseñar algún aspecto referido a la efeméride, no es lo mismo que preparar el numerito para el acto.
El acto escolar es muchas veces motivo de encuentro comunitario. Pensar los actos en relación a los contextos es no darle una categoría única a algo que no lo tiene.
Muchas veces  en el ámbito rural es un momento esperado de encuentro con los otros, del mismo modo que en el ámbito urbano puede ser vivido por las familias como una obligación o una carga que interrumpe la rutina. Solemos quejarnos los docentes que no se le otorga  la importancia que creemos debiera y buscamos modos de atracción familiar cobrando relevancia el “numerito”.  En este aspecto todos nosotros tendremos experiencias como alumnos y como docentes en las que apoyar esta idea.
Pensar los actos más allá de las efemérides es una tarea institucional que debe darse en el marco del contexto, de las distancias, de las organizaciones familiares, de la significación de las mismas. ¿Pensamos qué tan significativo puede resultarle el 9 de julio a una comunidad Boliviana?- A las que muchas veces instamos a usar la escarapela o  a cantar el himno. ¿Nos imaginamos viviendo,  por razones laborales o las que fueran, en otro país, teniendo que portar una escarapela que nos es ajena, participando de un festejo que nos resulta sin significado? La opción no es pasarlo por alto, la opción es reconocer a los otros en su particularidad y ofrecer una propuesta que resulte significativa. Y eso no es parte de una receta, eso es tarea Institucional.
Son muchas las veces que el acto escolar termina siendo la excusa para recaudar fondos para la Institución, siendo esta situación también un excluyente de aquellos que saben no podrán acceder a lo que se ofrece.
El acto escolar es un momento de relevancia en tanto se destaca del común de los días para aportar diferencia, para instalar en la comunidad la importancia de ciertos momentos, de hechos (día de la Independencia) o cuestiones (día de la Tradición) que las políticas definen como identitarias. Poder definir cómo convocar a un acto, cómo recibir, cómo atender a los invitados, qué ofrecer a los mismos es definir la significancia que se le otorgue. 
Pensar también el contexto es pensar nuestras propias condiciones edilicias y de infraestructura. Muchos de los Jardines que no cuentan con SUM ( salón de usos múltiples) definen modalidad de taller en las secciones para los actos de invierno, o un gran desfile en la calle, u otros formatos que sean promotores de encuentro, de disfrute, de aprendizaje.

No obstante  es importante que los festejos comunitarios y escolares no queden reducidos a las efemérides sino poder inventar otros modos de festejar juntos la posibilidad de encontrarnos escuelas y familias para festejar la posibilidad de educar a nuestros niños.

¿Y los discursos? ¿Palabras sencillas o complejas? ¿Para los chicos o las familias?
Yo me animo a decir que las palabras alusivas pueden ser más para las familias que para los alumnos, ya que con ellos seguramente lo hemos ido tratando previamente. La intención del discurso es centrar la mirada en aquello que se celebra, pero también sería interesante hacer referencia a su lazo con el presente, con esta comunidad, con el cotidiano. Definir que el 25 de mayo  fue resultado de un proceso de años, que fue la disconformidad social, la tarea solidaria, comprometida de los ciudadanos (que en ese momento eran los blancos), la valentía de quienes se opusieron a lo dado, es también decir que los cambios sociales se producen cuando no nos quedamos callados ante lo que se nos presente como injusto, es juntarnos con otros para demandar a quienes tienen el poder de tomar decisiones, es reconocer el valor de quienes luchan por mejoras sociales, laborales, de género, etc, porque esas personas hacen, como ayer, la historia de nuestro pueblo.
Poder contar a la comunidad boliviana, paraguaya o alemana de nuestro contexto escolar cómo fue el proceso para llegar a definir nuestra independencia, es reconocer que ellos han elegido nuestro país para formar su familia, tener hijos, criarlos, es hacerlos partícipe de la historia de un país que los recibe, es reconocerles que con su trabajo y en la formación de sus hijos también son la historia de este pueblo, que también se hizo con inmigraciones.
Bien puede ser este momento un momento más íntimo, breve e incluso previo al ingreso de los niños al espacio de acto.
De ninguna manera lo que aquí se plantea son recetas o modos de hacer, sino posibilitadores para pensarnos en nuestra tarea. Para intentar hacer una educación más significativa, más adecuada a estos tiempos y a estas infancias, más respetuoso de los otros, más propiciadora del pensamiento crítico, de la formación de ciudadanos.

¿Y los famosos numeritos? Respecto de lo que se ofrece como “espectáculo” también hay que ser cuidadoso, dado que hacer bailar a los niños un candombe, que expresa en su letra que los negritos estaban contentos, es mal transmitir un contenido histórico. Podemos mostrarlo como parte de un todo que refiere a las costumbres de la época, no obstante es importante aclarar a los presentes que los negritos eran esclavos y estarían al margen de los procesos revolucionarios y que bailaban en los lechos de los ríos por las noches porque era su modo de expresar su añoranza por sus orígenes, que los instrumentos musicales con que acompañaban los bailes eran de fácil construcción y a veces de pequeñas dimensiones, para poder ser llevados a escondidas,  dado  que las  buenas noticias para ellos  llegaron varias décadas después (1853).

No obstante hay algunas investigaciones recientes (Di Meglio) que dan cuenta que los sectores populares y los esclavos cumplieron un rol importante fundamentalmente porque formaron parte de las milicias, actor social fundamental en este proceso de Crisis, Revolución y Guerra-
Recordar el 25 de mayo con los vendedores ambulantes sin significarlo, sin incluir otros conceptos es como recordar la vuelta a la democracia en 1983 con el vendedor de banderitas, de choripanes o coca-cola. Mostrar ciertos aspectos de la época debe ser contextualizado. No estoy queriendo decir que está mal o que no se debe hacer, estoy tratando de que pensemos juntos su significado y, en todo caso, cómo significar esas costumbres frente a los presentes y a los niños.
Puede  o no estar aquello que se trata en el acto relacionado con el abordaje que en la sala se haya hecho de las efemérides, lo que se debiera evitar es que aquello que se muestra en el acto carezca de concepto para los niños.  Si para el día de la tradición las docentes del jardín deciden que cada sala represente una danza, es importante que por ejemplo no se exprese que el folklore era lo que bailaban los gauchos- en pasado-, porque es en definitiva un modo de expresarse que aún se sostiene, que en muchos contextos de nuestro país es habitual, porque es acervo cultural, tradición;  aunque conviva con otros géneros más modernos.
Resulta  necesario en la enseñanza de las ciencias sociales descentrarse de la propia historia, del propio contexto cercano. Ampliar nuestra mirada hacia las costumbres de  las familias de la comunidad y del resto del país. Puede ser un buen ejercicio para permitir a los niños ampliar las propias, ya que de eso se trata la educación.

¿Y qué del abordaje de las efemérides? En relación a esto me remito a la definición que expresa:sucesos notables ocurridos en la fecha en que se está o de la que se trata, pero en años anteriores”. Es entonces recordar aquellos eventos o motivos que las políticas definen como necesarias de ser transmitidas de generación en generación para otorgar identidad y pertenencia nacional.
Por ejemplo, odemos decidir que en una tercera sección trataremos cómo se vivía en esos tiempos, para poder jugar a la época colonial. Cómo eran las relaciones sociales, qué hacían los niños, dónde estudiaban, qué hacían las señoras, cómo se divertían los hombres, dónde se compraba la comida, cómo eran las casas, cómo era la ropa,  etc. Se hace necesario investigar, buscar información que nos sirva para preparar nuestro juego, nuestro escenario lúdico, para armar nuestro vestuario, para saber cómo jugar cada rol. ¿Alguien duda de que los niños vayan a aprender? Ahora, ¿hay que hacer esto en el acto? Quienes tengan la posibilidad tecnológica podrán simplemente mostrar fotos o un power point del proceso y los niños disfrutarán sentados con sus familias. Tal vez pueda idearse una pequeña dramatización, pero de lo contrario puede pensarse algo ajeno a lo abordado. Una expresión corporal espontánea con pañuelos celestes y blancos, sabiendo los niños que es el modo en el que van  a manifestar el contento por recordar una fecha importante para nuestro país. Y en la propuesta de expresión podrán elegir una música que represente su sentir, podrán definir si lo harán en ronda o dispersos por el espacio, y tantas otras cuestiones en las que se los pone en situación de elegir, de tomar decisiones con otros pares, de resolver conflictos, de hacerse ciudadanos y no es poco para una fecha patria.
Estoy segura que  si se armó una buena propuesta didáctica en la sala, siempre hay un modo de compartirla.

Es más,  si la situación del acto lo permite se le puede  contar a las familias cuánto jugaron y cuánto en el ejercicio de ese juego aprendieron. Porque sólo puede jugarse a  aquello sobre lo que se conoce. Y eso también está bueno que las familias lo sepan.
Las efemérides más allá de la obligación:
Pensar el abordaje de las efemérides y la organización de un acto escolar es mucho más que hacer el telón de fondo. Definir Institucionalmente qué eje de las efemérides pueden abordarse, como ampliar o complejizar los contenidos durante  todo el trayecto escolar, cómo hacer de un tiempo escolar un tiempo de enseñanza y aprendizaje genuino, cómo superar viejas prácticas carentes de sentido pedagógico y social es parte de la muchas discusiones que aún nos debemos..
Decidir qué tipo de modalidad de acto se realizará 
en cada fecha, pensar cómo invitar y a quiénes- hoy dirigir una nota a los “papis” es desconocer otras tantas configuraciones familiares y a otros que acompañan el proceso de crianza de los alumnos-, decidir que las invitaciones las realicen los alumnos, así como al ornamentación es expresar con hechos concretos que uno confía en que ellos pueden, que sus producciones son bellas e importantes, que lo que ellos hacen vale. Explicárselos a las familias es fundamental, explicarles el valor que posee en los primeros años de vida la definición de la autoestima, cómo estas simples acciones son posibilitadoras de futuros diferentes, es digno de ser explicado y ejecutado. Y entonces las invitaciones y las ornamentaciones dan cuenta de la libertad de expresión, que bien puede seguir una consigna: “En relación a lo que estuvimos investigando podemos dibujar damas antiguas o caballeros o esclavos o gauchos con sus trajes típicos”…,  que es muy diferente a decir que “vamos a hacer pelotitas de papel crepé para pegar en las escarapelas”, en esta última opción no hay posibilidad de expresión, habrá niños más hábiles y/o sumisos a las consignas adultas y otros que no les interese o tengan mayor resistencia. Sea  como sea podemos pensar en cuál de las dos propuestas deben los niños activar sus conocimientos, poner su intelecto a bucear en lo adquirido para después además transmitir a través del lenguaje visual aquello que han investigado y el docente  entonces no debiera limitarse a decir “ qué lindo” sino a agregar conflicto “ qué bien que te acordaste que usaban saco pero, ¿qué llevaban en sus cabezas los caballeros?”. Intentando que cada momento escolar sea un momento de aprender.
Con respecto a la invitación en otros tiempos las preceptoras ocupaban mucho tiempo en la elaboración de éstas hoy entendemos que la elaboración por parte de los niños y hasta la escritura en las salas superiores es una verdadera instancia de aprendizaje.
La escritura de una invitación posee un formato especial: a quiénes la dirijo, a qué los invito, cuándo, a qué hora, dónde, quién invita. Eso es una práctica social del lenguaje y por lo tanto debe ser enseñada, poner a disposición otras invitaciones a cumpleaños, a eventos comunitarios, a casamientos, etc es pensar juntos este formato y poder, en todo caso hacer una construcción colectiva de un texto,
“Docente:-  A quiénes queremos invitar?
Alumnos-   A los papás
-          Y a las mamás
-          Y a la abuela
-          Y a mis hermanos
-          Y a Eliana
Docente: Uhhhh, cómo podemos escribir eso para todos, como lo escribimos?  ¿Podemos poner familia?
Alumno: pero Eliana no es de mi familia, solo me cuida
Docente: y cómo les parece que podemos escribir entonces?
Alumna: familias y todos los que quieran venir a la fiesta.”

Construir este texto no es fácil, ni tarea de relleno, debe fundamentalmente respetar la propuesta de los niños, indagar, conflictuar, traccionar hacia lo deseado pero respetando sus modos de decir y construir, el aprendizaje no se acabará en esta oportunidad. Para la próxima también podremos usar esta invitación como base.
Descubrir en las efemérides oportunidades de enseñanza y aprendizaje significativo corre el velo de lo rutinario y nos posiciona como docentes intencionados.


                                                         Preguntas  para seguir pensando:
-          ¿Sirve solicitar  a los niños que traigan de la casa información extensa y con términos complejos al respecto de una temática a abordar si el docente no ha leído esos textos, si posiblemente sólo queden en una lámina?. No es mejor ir a casa con dos  o tres preguntas concretas y tratar de responderlas o que la seño  o el maestro aporten algunas enciclopedias en la que investigar o lean a los alumnos un texto expositivo de dónde extraer la información precisa que necesitamos?
-          ¿Sirve dejar en manos del profesor especialista de artística el acto sin involucrarnos?
-          ¿No podría ser productivo que los niños sepan de saberes sociales, como ponerse de pie cuando entra la bandera o cuando se canta el himno. Por qué lo hacemos? ¿Qué dice el himno u otras canciones patrias, incluso algunas canciones para el saludo a la bandera  que cantamos cada día en el Jardín? ¿Tienen sentido?
-          ¿No es importante pensar los modos de recibir a nuestros invitados? ¿Cómo vamos a atenderlos? Si es una fiesta y ellos son los invitados podemos pensar cómo debemos tratarlos para que se sientan cómodos y quieran acudir a nuestras próximas invitaciones.
-          ¿No estaría bueno pensar las palabras alusivas con otro? ¿Leérselas días previos a un compañero para que aporte profesionalmente algún concepto, alguna idea o proponga alguna modificación?
-          ¿No sería oportuno acordar con la escuela lindera un acto conjunto o en horarios diferidos pero cercanos en beneficio de la organización familiar y el respeto por las actividades de los otros?
-          ¿No es cierto que en general corremos tras estas fechas cuando son de lo poco previsto que puede tener nuestro sistema?
-          ¿No sería interesante que nos involucremos todos, que puedan las efemérides y los actos escolares ser oportunidades para enseñar y aprender significativamente?
-          Es evidente  que algo está pasando en relación a los actos escolares y las efemérides pero que aún nos debemos tiempos de discusión pedagógica y social en tanto son algunos de los momentos en los que se hace más visible la relación comunitaria.

Acá no hay recetas, es un intento de explicitación de fundamentos,  es poner por escrito aquello que observo que se está gestando en las prácticas, es una invitación a reflexionar sobre nuestro hacer, una apuesta a un mejor enseñar, más placentero, menos tensionante, más relajado y seguramente más efectivo.
Es, tal vez, recocer lo real, imaginar lo ideal y accionar sobre lo posible.

                                                                                             Prof. Mónica I Vitta

y para Graficar les comparto ( con su permiso) lo que me escribió una docente:

"El acto escolar del jardin fue superador, ademas con el barro y los cortes de luz no estamos tan lejanos en el tiempo, la asistencia fue media toda la semana te imaginas que en el fondo no pueden salir, hubo barberia y casa de peinados de doña clementina, tienda y almacen general, pulperia y juego de taba, circo criollo con coplas norteñas y bagualas, casa de mate, tortas fritas y mazamorra. persecucion del virrey, el sum se convirtio en un gran escenario donde todos se vistieron con los detalles que encontraron a disposicion y verdaderamente jugaron sin sentirse observados por sus familias que te aseguro no podian creer como se organizaban en el juego, los dialogos que entablaban en pequeños grupos y por supuesto las maestras participaban entrando y saliendo del juego, rotando por los diferentes grupos mas alla de los propios, los chicos terminaron de jugar, ordenaron y la gente se quedaba sentada comentando, las devoluciones fueron maravillosas"


Para ver contenidos referidos al 25 de mayo

8 comentarios:

  1. Adhiero a mucho de lo que se dice en este artículo. Siempre me han fastidiado los actos, no por tener que preparar algo para hacer sino por que para mí,y creo que para los niños, era algo sin sentido. Algo que no aportaba aprendizaje alguno. Desde hace unos años intento abordarlos desde la concepción que proponés y está presente en el diseño. Este último acto me dejó satisfecha por la respuesta no solo de los niños, que casi siempre está, sino de los padres que a pesar de no haber visto a sus hijos "actuar" pudieron disfrutar de la comida preparada por ellos, y todo el material preparado para establecer vínculos entre la comida que hoy ingerimos y su origen y transformación desde la llegada de los europeos a estas tierras.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. gracias Gladys por aportar tu experiencia, tus saberes, de eso se trata

      Eliminar
  2. Qué interesante lo que escribiste Mónica, adhiero totalmente y ya desde el 2007 venimos trabajando esto....todo surgió con una sencilla pregunta ¿cómo es posible que los niños y niñas durante toda su escolaridad tengan acceso a los mismos conocimientos respecto a las efemérides? es así que trabajamos sobre un proyecto de articulación entre las salas de manera de ampliar la mirada sobre el relato histórico...gracias por compartir tus ideas que ayudan a pensar sobre prácticas estereotipadas que paralizan la idea de que está en manos de todos la transformación de esta sociedad que hicieron y hacemos todos ya sea con la intervención o con la indiferencia, porque la indiferencia también construye (ejemplos sobran...)Se me ocurrió una idea mientras te leía pensando en otras comunidades ¿sería muy loco invitar a familias de otras comunidades que nos compartan su "día de la Independencia"? No es el caso de nuestra comunidad pero creo que debe haber lugares que quizás cuentan con un alto porcentaje y sería hermoso escucharlos como ellos escuchan nuestro relato histórico.
    Gracias Mónica!!!!
    Gladys Catalina

    ResponderEliminar
  3. Detesto los actos, en primer lugar porque soy profesora de música y estoy condenada a cantar siempre una canción "alusiva", la cual resulta ser casi siempre un pelmazo; y 2° porque también soy profe de historia y no soporto los errores y falsos conceptos que transmiten los actos.Cuando uno crece y conoce mas a fondo siente que en la escuela lo estafaron, que todo lo que aprendió de historia era falso, aunque en el fondo no sea así.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. hola: lamentablemente desconozco tu nombre, estaría bueno que nos contaras tu opinión d ela propuesta o tus propias propuestas, es atendible tu posición pero para la construcción de saberes estaría bueno que nos ayudes a repensarnos.. Gracias!!

      Eliminar
  4. hola, muy buena la nota, desde hace 4 años estamos tratando de dar un enfoque significativo a las efemerides, a veces resulta difícil porque hay colegas que les cuesta cambiar el enfoque de los actos y escuchar nuevas ideas y propuestas. A mi me dan resultados mas que satisfactorios y no voy a cambiar por nada mi forma de trabajo, porque lo mas importante es que LOS NIÑOS APRENDEN DE VERDAD y no se disfrazan y actúan para satisfacer a los mayores, sin significado alguno.
    FELICITACIONES POR EL ARTICULO!!!!!!

    ResponderEliminar
  5. adhiero totalmente a tus palabras Monica

    ResponderEliminar
  6. Excelente articulo, ahí esta la cuestión, en pensar si lo que hacemos en el jardín verdaderamente tiene sentido para nuestros niños y niñas. Pero por sobre todas las cosas enseñar la historia como fue , no con falso relatos como lo hicieron con nosotros. Y no olvidarnos que el ayer o antes esta aun muy presente en nuestra sociedad.

    ResponderEliminar