Las hostilidades entre las fuerzas argentinas y las tropas invasoras británicas comenzaron el 25 de abril con la llegada de la flota inglesa a la isla San Pedro (Georgias). A partir de entonces se inicia el conflicto bélico que habría de prolongarse por espacio de 74 días, en una lucha desigual.
La derrota precipitó la crisis interna de las Fuerzas Armadas. La oposición de los sectores políticos y sociales, y las graves denuncias de los organismos de derechos humanos, aceleraron la salida institucional. La Junta de Comandantes en Jefe nombró un nuevo presidente militar -el general Reynaldo Bignone- que anunció el restablecimiento del orden constitucional convocando a elecciones generales.
La democracia restaurada
El país deseaba vivir en democracia. Los duros años del "Proceso" hicieron comprender a los argentinos que la única forma de recuperar libertades perdidas era a través de la plena vigencia de la Constitución Nacional.
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Video de 3 min emitido por canal encuentro www.encuentro.gov.ar/nota-1297-Dictadura-del-Golpe-a-Malvinas.htmlLas Malvinas
de J. Pedroni
Tiene las alas salpicadas de islotes,
es nuestra bella del mar.
La Patria la contempla desde la costa madre
con un dolor que no se va.
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Tiene las alas llenas de lunares,
lobo roquero es su guardián.
La patria la contempla.
lobo roquero es su guardián.
La patria la contempla.
Es un ángel sin sueño
la patria junto al mar.
Tiene el pecho de ave sobre la honda helada.
Ave caída es su igual.
El agua se levanta entre sus alas.
Quiere y no puede volar.
El pingüino la vela.
La gaviota le trae cartas de libertad.
Ella tiene sus ojos en sus canales fríos.
Ella está triste de esperar.
Como a mujer robada le quitaron el nombre:
lo arrojaron al mar.
Le dieron otro para que olvidara
que ella no sabe pronunciar.
El viento es suyo; el horizonte es suyo.
Sola, no quiere más,
sabe que un día volverá su hombre
con la bandera y el cantar.
Cautiva está y callada. Ella es la prisionera
que no pide ni da.
que no pide ni da.
Su correo de amor es el ave que emigra.
La nieve que cae es su reloj de sal.
La nieve que cae es su reloj de sal.
Hasta que el barco patrio no ancle entre sus alas,
ella se llama Soledad.
